Algunas veces no sabemos que decir y no decir a alguien que ha perdido un ser querido, porque vivimos en una sociedad fóbica a la muerte y al dolor y no nos han enseñado que decir o nos sentimos incómodos con el dolor o el silencio. Esto hace que digamos cosas que lejos de consolar, lastiman. Aquí te comparto algunos consejos qué te pueden ayudar:
Evita frases como «Vas a estar bien» o «Debes ser fuerte». «Dios la llamo a su lado» Estas afirmaciones minimizan el dolor y la experiencia de la persona en duelo.
No trates de consolar diciendo que «el tiempo lo cura todo» o que «ya descansó». «Esta en un mejor lugar». Estas frases pueden hacer sentir a la persona incomprendida y sola.
Evita hacer comparaciones o dar consejos basados en tu propia experiencia de pérdida. Si pasaste por lo mismo, «no digas se lo que estas viviendo». Porque cada proceso de duelo es único y personal.
No pidas detalles sobre la muerte, a menos que la persona desee compartirlos contigo.
La persona estará mal el tiempo que necesite, No le digas, “ya deberías estar bien”. “pensé que estarías más triste” , “Lo estás haciendo muy bien”, El hecho que la persona llore y este mal, no quiere decir que tenga una patología.
En lugar de ello, aquí tienes algunas sugerencias sobre cómo brindar apoyo:
Demuestra comprensión y empatía. Reconoce el impacto emocional y físico que el duelo puede tener en la persona.
Permítele expresar o no su dolor. El duelo, duele y la persona tiene un sunami de emociones dentro que van del dolor a la rabia y la desesperanza.
Háblale del ser querido fallecido y recuerda momentos especiales juntos. «su sonrisa, generosidad», No evites mencionar su nombre, ya que esto puede ser reconfortante.
Ofrece ayuda práctica y específica. En lugar de decir «avísame si necesitas algo», porque la persona no lo hará, tiene mucho en su cabeza, ofrece tu apoyo con tareas concretas, como organizar la misa, hacer llamadas, llevarle al banco o el medico, preparar la comida o hacer las compras.
Pide permiso, no asumas, esta es una forma respetuosa demostrar tu apoyo y escuchar su historia. ¿Té gustaría hablar de lo que paso? ¿Puedo darte un abrazo? .
Se persistente en mantener una comunicación periódica. Envía mensajes de apoyo cortos, un emoticono, sin esperar respuesta y por ningún motivo debes hacer reclamos si la persona no te llama.
Pregúntale: “¿cómo está siendo el día de hoy?” en lugar de ¿cómo estás?, hay quienes piensan, ¡cómo voy a estar!
Recuerda que cada persona vive el duelo de manera diferente, por lo que es importante adaptar nuestro apoyo a las necesidades individuales de LA PERSONA, NO DE TI. Para ello debes aprender a estar cómodo con el dolor, la impotencia, la tristeza, el silencio, así no querrás que la persona no sienta lo que siente. Es importante crear una sociedad sensible al duelo y al dolor. NO FÓBICA.
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