Te has preguntado ¿porque hay personas que les resulta difícil disculparse o incluso admitir que han cometido el más mínimo error? Todos cometemos errores que van desde cosas simples como tropezarnos con alguien, regar un vaso con agua en la mesa o cosas más importantes como haber sido injustos, habernos olvidado de una cita y haber dejado esperando a alguien, etc. y lo normal es decir “lo siento”, pero hay quienes no son capaces de hacerlo aun teniendo claro su “error”.
Y es que, psicológicamente hablando, para estas personas admitir que han cometido un error es emocionalmente incómodo, su sistema nervioso lo percibe como peligroso y se ponen a la defensiva, sentirse “expuesto” es amenaza para ellos y se les prenderá una alarma interna que harán que sientan miedo, vergüenza, impotencia o simplemente no sientan “nada”.
Seguramente, estas reacciones vienen de memorias de la infancia donde los han hecho sentirse avergonzados cuando cometieron alguna equivocación y por tanto son más sensibles a estas situaciones. Es por esto que una parte de ellos se pone a la defensiva e inconscientemente se protegen bien sea PELEANDO, HUYENDO o dejando de hablar porque no se pueden conectar con sus emociones y no logran tener empatía contigo. Simplemente no pueden hacerlo.
Para llegar a admitir que cometimos un error, asumir la responsabilidad y disculparnos debemos tener recursos internos y que nuestro sistema nervioso se mantenga con cierta ventana de tolerancia, lo suficientemente amplia, para poder escuchar sin salir a la defensiva.
POSIBLES CAUSAS:
1. Experiencias pasadas e historia personal. El verse confrontados los puede hacer sentir vulnerables y/o frágiles y posiblemente, inconscientemente, temen ser castigados, avergonzados o abandonados. Así que cuando los confrontan y se les dice “has cometido un error” ellos escuchan “eres un error”. No pueden separar la acción del ser y esto les crea vergüenza. Probablemente de niño escuchó que le decían “eres malo” en lugar de “tu comportamiento no me gusta”.
2. Pedir disculpas puede parecer una admisión de fracaso o una señal de debilidad. Esto amenaza su sentido de identidad y puede generar emociones como ansiedad, culpa, vergüenza o tristeza. Al verse confrontados van a pelear o dirán “lamento que te sientas así”, “es tu culpa” atacan o minimizan o bien se van y dejan de hablarte.
3. Pedir disculpas puede parecer una admisión de fracaso o una señal de debilidad. Esto amenaza su sentido de identidad y puede generar emociones como ansiedad, culpa, vergüenza o tristeza. Al verse confrontados van a pelear o dirán “lamento que te sientas así”, “es tu culpa” atacan o minimizan o bien se van y dejan de hablarte.
4. TEMOR:Piensan que decir “lo siento” traerá más problemas, más conflictos y recriminaciones y finalmente estarán asumiendo toda responsabilidad y esto liberará a la otra parte de cualquier culpabilidad.
5. Control de emociones. A menudo se sienten más cómodos con la ira, impartiendo miedo o distanciándose emocionalmente. Experimentar cercanía emocional y vulnerabilidad es amenazante y temen que al disculparse sus defensas psicológicas se derrumbarán y abrirán las compuertas a un pozo de tristeza y desesperación dejándolos impotentes para detenerlo.
6. Nunca le enseñaron a disculparse. En su casa cada uno tomaba lo que necesitaba sin que importaran las necesidades del otro y durante las discusiones se hería con facilidad sin que esto tuviera consecuencias. No disculparse los hace verse fuertes y cuando culpan a las circunstancias negando los hechos o atacando a la otra persona se sienten empoderados en lugar de vulnerables.
7. Son narcisistas. Son incapaces de ponerse en tus zapatos, no tienen nada de empatía, son fríos y calculadores
¿QUÉ HACER SI NO SE DISCULPA?
Recuerda que detrás de su exterior obstinado y prepotente hay una persona increíblemente vulnerable. Acepta, que por molesto que sea, estás ante alguien psicológicamente incapaz de disculparse, es su forma de defenderse, y no va a cambiar a menos que tenga intención de hacerlo. Así es que, practica la aceptación sabiendo que tener una discusión con esta persona es inútil. Saber esto evitará que te sientas impotente, triste, frustrada o enojada y dejando de lado estos sentimientos podrás tomar una decisión sobre esta relación. Si una persona tiene el patrón de no asumir responsabilidades es un problema y seguramente volverá a repetirse una y otra vez.
La mejor manera de construir una relación sólida y demostrar que te preocupas por los sentimientos de tu pareja, familiares o amigos es disculparte cuando cometes errores para que ambos puedan reconocer, solucionar el problema y finalmente avanzar.
La confianza y la vulnerabilidad van de la mano en las relaciones sólidas.